04 Hediondez

Doña Rosa viene de comprar el pan… Hacía unos días del pleito con el viejillo. Desde que se peleó con el viejo majadero de Plácido, se siente muy mal. Así que como disimulando, siempre que pasaba cerca se fija a ver si se veía el doncito. ‘Si me vuelve a ver, y me saluda, le contesto. Si no me contesta, que se vaya p’al carajo’, resolvió en su corazón.

Pero no había nada… la casa de don Plácido es la misma, excepto las moscas que se pegan en la ventana y bailan pegando contra la cortina. Seguro es que ese doncito es tan cochino, que ni compone limpiando…

Ya casi termina de abrir el portón el portón, cuando le llega un olor fétido… arruga su cara, hace una expresión como diciendo ‘qué es esta hediondez?’, y comienza a buscar su génesis… huele como a caca, pero como a agrio, y como a orines… pensó que su perro ‘Benji’ había sido el que hizo de las suyas de nuevo. Mira la acera, y detecta un charquillo como de orines con unos grumos negros que bailaban sobre el. ‘Don Plácido un día de estos me va a regalar otra bolsita por culpa de este bicho’ pensó. También considera la posibilidad de desparasitarlo por que estaba demasiado hediondo. 'Ahora hay una comida para perros que ayuda a que las caquillas no huelan tan hediondo, debiera comenzar a pensar en comprarlas.. Además se secan al sol más rápido'.

Entra, y le comentó a su esposo la hediondez de ese perro. Le dice que seguro tiene bichos o algo así. ‘Richar’, como le dicen en el barrio a don Ricardo, esa semana puede desayunar rico, por que le toca en turno de 2 a 10. Salió luego a fumarse su habitual cigarro, y luego entra...

- Rosa, está segura que es ‘Benji’ el de esa hediondéz?
- Diay… sí, quién más?
- No sé… es que… venga pa que vea…

La lleva y le muestra que mientras fumaba notó una agüilla que salía de la casa de don Plácido. Piensa que tal vez se le taqueó el excusado o algo… Pero hablando con su señora vuelve a pasar por ahí doña Estrella, que al ser notificada acusa que las luces no se han encendido desde hace como unos 3 días en esa casa…

- Saber si el viejo este se fue a donde uno de los hijos, y dejó esa casa taqueada de las cloacas?
- Quien sabe -dijo doña Rosa, con cierta preocupación.
- Por qué no se va a asomar usted? –Sugirió doña Estrella
- Y si está ahí me madrea!
- Y... si algo le pasó?
- Si verdad? Mejor voy…

Se asoma, y toca la puerta… está dispuesto a correr el riesgo de ser regañado por el cascarrabias, pero nadie abre. Nota además, que al acercarse huele peor…

- Yo creo que vamos a tener que forzar la puerta o algo así.
- No, mejor llamemos las autoridades, negro – dijo su esposa.