24.12.06

Un Cuento de Navidad

Diciembre es mi mes favorito en muchos aspectos. Esta extraña y plena sensación de finalizar una etapa (si es que hay tal), esa retrospección que se hace en la que se pesa todo en balanzas y además (desde ciertos años para acá), se logra saborear como si fuera el buen vino, las vivencias acumuladas durante el año. El clima es el perfecto para mi gusto: una brisa fría que no permite que caigamos en el sofocante verano, y además, cielos apenas nublados, y el sol como si fuera un rey Midas volviendo dorado todo lo que toca. El mes además coincide con dos aniversarios de fechas que me han marcado mucho, sobre las cuales tengo que dar muchas gracias al Creador.

Es una lástima que a pesar de lo intenso que resulta el mes para mí, tenga que contar con la sofocante invasión de este fenómeno ‘pop’ que la gente llama navidad. Durante muchos años, muchas personas me han cuestionado por no sumarme a los numerosos rituales que se generan en torno al supuesto cumpleaños de nuestro Señor Jesucristo, y cuando me preguntan, regularmente he tenido una postura de no generar mayor roncha con mis explicaciones, diciendo simplemente que me abstengo de celebrarlo. Pero supongo que con los años uno se va haciendo cada vez más terco, y le importa menos lo que la gente pueda no aceptar… Así que esta vez voy a permitirme con todos los que corran el riesgo de seguir leyendo unos cuantos puntos, que me harán no solo contestar por qué no la celebro, sino devolver una pregunta más, con la intención de provocar un poco de razonamiento.

Sobre la fecha
El mes de diciembre, si se empata con el calendario judío, distribuye sus días en dos meses llamados Kislev (finales de noviembre hasta mediados de diciembre), y Tebet (finales de diciembre y enero). Kislev, que es el mes número nueve según este calendario, está registrado en por lo menos dos versículos bíblicos en los que se expone que la gente titiritaba por las lluvias (Esdras 10:9,13; Jeremías 36:22). En Belén Efrata, el lugar donde nació Jesucristo, la época es tan fría, que la gente sale poco de sus casas, y es común que los pastores recojan sus rebaños y los resguarden, para no exponerse al frío clima. En el mes de Tebet, se dan las temperaturas más bajas del año, hasta el punto que en zonas altas a veces se registran nevadas.

La Biblia registra que cuando Jesucristo nació, había pastores que “vivían” en el campo mismo, por que “guardaban vigilia sobre sus rebaños”. Si Jesucristo hubiera nacido en diciembre… habría sido el caso que hubieran vivido pastores en los campos rasos? (Lucas 2:8-12).

Realmente el asunto de nacimiento de Jesucristo no se dio un 24 de diciembre está extensamente documentado. La misma New Catholic Encyclopedia dice: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes.” Así que aunque no peque pero incomode, una cosa definitiva sobre el nacimiento de Cristo es esta: no nació en la fecha en que todos lo celebran.

Sobre los ‘Magos’Otro caso es los famosos ‘tres reyes magos’. Primero: Ni se sabe cuantos eran, ni eran reyes. La palabra que algunos vierten ‘magos’, tiene que ver con astrología, lo cual explica por que ellos eran guiados por una estrella. Regularmente se les pinta como buenas personas… Duda número 1: Cómo es que si la Biblia condena la astrología, se les debe ver como gente que según las festividades (que afirman ser cristianas), son alguna suerte de personajes con mérito?

Otro dato interesante es que el relato de los ‘magos’ (se registra en los primeros 12 versículos del capítulo 2 de Mateo), fueron guiados por la dichosa estrella no al lugar exacto donde Jesús nació, sino a a Jerusalén, donde estaba Herodes, a unos 150 kilómetros de distancia de Beléb errata. Se podría entonces pensar que la estrella se estaba equivocando? O podría concluirse, que tal vez este astro se estaba encargando de dirigir a estos hombres a Herodes, quien los envió, pidiéndoles que consiguieran más información, por que en realidad planeaba matarlo? Se valdría el Dios de la Biblia no solamente de un recurso que condena como pagano, como la astrología para guiarlos a Jesucristo sino que además, buscaría poner en riesgo la vida de su hijo?

Otro asunto: La Biblia narra ahí mismo que cuando los hombres encontraron a Jesucristo, habla de un niñito, no un recién nacido. Como si fuera poco se termina de aclarar, cuando al saber Herodes que los ‘magos’ no regresaron a el, y luego de haberles preguntado antes desde cuando saben del nacimiento de Jesús, decide decretar asesinar a los niños de 2 años o menos (Mateo 2:7,8,16). Herodes no hubiera mandado a matar tantos niños si Jesucristo hubiera contado con algunas semanas de nacido… cierto?

Siendo que: ni eran tres, ni eran reyes, y no eran magos sino astrólogos, que además no le visitaron la noche en que nació Jesucristo y que de paso llegaron a el por métodos desaprobados por la Biblia, con una misión adicional dada por un hombre que buscaba matarle: tenemos base para decir que esta parte de la celebración es cristiana? Pero eso no es todo: se pone peor…

Raíces
Si se tiene probado que Jesucristo no nació el 24 de diciembre, de dónde salió la fecha? La New Catholic Encyclopedia lo explica así: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes. [...] De acuerdo con la hipótesis que sugiere H. Usener [...] y que la mayoría de los escriturarios de hoy aceptan, se asignó al nacimiento de Cristo la fecha del solsticio de invierno (el 25 de diciembre en el calendario juliano, 6 de enero en el egipcio), porque en este día, a medida que el Sol empezaba a regresar a los cielos norteños, los devotos paganos de Mitra celebraban el dies natalis Solis Invicti (natalicio del Sol Invicto). El 25 de diciembre de 274 Aurelio había proclamado al dios solar el patrón principal del imperio, y le había dedicado un templo en el Campo de Marte. La Navidad se originó en un tiempo en que el culto del Sol era especialmente dominante en Roma” (1967, tomo III, pág. 656).

Otra referencia, The Encyclopedia Americana: “La razón para establecer el 25 de diciembre como la Navidad no está muy clara, pero por lo general se sostiene que se escogió el día porque correspondía con las fiestas paganas que se celebraban alrededor del tiempo del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, para celebrar el ‘renacimiento del Sol’. [...] Las saturnales romanas (una fiesta dedicada a Saturno, el dios de la agricultura, y al poder renovado del Sol), también tenían lugar en este tiempo, y se cree que algunas costumbres navideñas tengan sus raíces en esta antigua celebración pagana” (1977, tomo 6, pág. 666).
Otra cita: “Es imposible separar la Navidad de sus orígenes paganos”. Y añade: “La fiesta preferida por los romanos era las saturnales, que empezaban el 17 de diciembre y terminaban con el ‘natalicio del Sol invicto’ (Natalis solis invicti) el 25 de diciembre. Entre los años 325 y 350, líderes astutos de la Iglesia de Roma decidieron que el 25 de diciembre sería un día excelente para celebrar el cumpleaños del ‘Sol de la justicia’. Así se originó la Navidad” (Revista US Catholic).

Esto solo para citar la base con la fecha… No quiero arruinarle la fiesta a nadie, pero brincan los orígenes no cristianos cuando uno sigue revolcando sobre los orígenes de las posadas, los árboles de navidad, los intercambios de regalos, y otras cosas más. Pero no busco agredir, sino decir una verdad que pueda que a alguien que no la sepa le haga entender que todos aquellos que celebran la navidad no tienen mucha autoridad moral para hacerse llamar a sí mismos cristianos en un sentido estricto.

No es un asunto tan light: muchos que no ven con buenos ojos las enseñanzas de la Biblia señalan y critican, con toda razón, estas inconsistencias para declamar que la Biblia es un libro lleno de mitos en el que no puede fiarse nadie. Pero la verdad es que tanto uno que no crea como uno que sí, puede constatar que ninguna de todas estas falacias forman parte de la Biblia. Que lejos de fomentar un aprecio genuino por Jesucristo, lo que hacen es construir una ‘Matrix’ bastante lejana de la realidad, que fomenta una especie de analfabetismo religioso que no habla bien de la religión. Nada que ver con el predicado de: “La verdad os hará libres”.

Pop Xmas:
Qué me dicen del marketing? Y puedo afirmar con conocimiento de causa que los únicos beneficiados en forma permanente con esto son los comercios. La tal algarabía que se produce es un efecto placebo que fácil viene, pero fácil se va. Sin contar cómo la idealización de estas fechas generan depresiones y nostalgias tremendas para muchas personas que no logran vivir la celebración con el mismo éxtasis que los medios de comunicación exigen a la sociedad vivirlo.

Este tal espíritu navideño de dádivas y bienestar, que tan pronto pasan las fiestas se va, es el mejor instrumento para el consumismo masivo. La mejor prueba de que es un fenómeno pop, es que hasta en países orientales donde no predomina el cristianismo, se vive este frenesí de las navidades, el shopping y sus revolutivo compás… Dónde están en todo esto los principios bíblicos y Jesús?

Algunas conclusiones:
Qué sentiría Jesucristo, quien en su momento indignado sacó los cambistas del templo por lucrar con la fe, si viera todo esto en su nombre? Cuán genuino es el ‘cristiano’ que se pone bueno por temporada? Que sepa yo, el único límite que tiene Dios es justamente ‘que no puede mentir’ (Números 23:19, Tito 1:2) Podría Dios, valerse de un mito para que la humanidad se una? No se tiene que ser cristiano para preguntar: Dónde Cómo puede afirmarse como un fenómeno cristiano algo que está tan largo de los ideales que predicó Jesucristo? Vale la pena renunciar a tantas verdades para dejarse mover por las olas del inmenso mar de la masa que se contagia de una vácua ternura que dura lo que dura la temporada? Alguien dijo por ahí que tal vez el problema con las navidades es que se involucre a Jesús en esto… se le debiera cambiar de nombre y motivo, y todo el mundo en paz.

Que no se me malentienda: si bien es cierto me resulta bastante erróneo lo que muchos hacen en el nombre de Jesús con el pretexto de estas fechas, no estoy aquí para condenar. Cada quien lleva su vida, sabrá como llevarla, y debiera ser de dominio público que uno cosecha lo que siembra. Y se admira la buena intención que impera, aunque reine solo por un poco de tiempo, pero al no ser basada en un motivo genuino, no sirve de mucho. No se puede vivir de mentiras. Aquí es donde yo comienzo a enredarme cuando veo que la gente se siente incluso ofendida a veces cuando les digo que yo me abstengo de participar en la celebración de la navidad y me preguntan: por qué no la celebrás?

Bueno… luego de haber compartido tan solo unos puntos interesantes sobre esta celebración, yo pregunto con todo respeto… no creés vos, que en vez de preguntarme a mí por qué no la celebro, es hora de explicar más bien, por qué vos sí?

PD: Por cierto, tampoco me gusta el Grinch.

1 comment:

Anonymous said...

Muy interesante, sobretodo por que yo no conocía muchas de las cosas que contaste aquí. Aún así, me gusta la Navidad y yo no tengo motivos religiosos para ello, en realidad ningún motivo (por que no es como que pasan cosas extraordinarias en estas fechas), tal vez sean residuos de lo bien que lo pasé en mi infancia. A pesar de todo, espero que la hayas pasado bien ;)