-Es interesante… -me dijo aquel amigo sentado viendo el imenso manto celestial azul escarchado de estrellas de aquel diciembre, bajo el cual pululaban los juegos pirotécnicos que anunciaban la llegada del año.
- Qué, los juegos de pólvora?
- No, el color azul –me dijo.
- Se supone que es un color muy triste -dije.
- Te parece?
- Si, contesté: las películas de Tim Burton, la soledad, etcétera. Sabías que ‘Blues’ es una palabra que se usa en inglés para referirse a la nostalgia y la tristeza?
- Si… pero creo que no le llaman blues por lo triste... me dijo.
- Entonces por qué?
- Cuando estas melancólico, o triste, adquieres una inteligencia inusual, que tal vez a veces el dolor no nos deja percibir. Valoras mejor, te analizas mejor, piensas con perspectiva y complejidad. Es casi inevitable que casi todo lo que digas deje de sonar profundo, bohemio si se quiere cuando estás triste…
- … y qué explica eso de otro posible significado para el blues?
- No lo ves?
- … ?
- Vamos amigo, yo se que el corazón te lo esta diciendo ya… El mar es azul. El cielo es azul. Los ojos de Cintia son azules, y no soporto ni verlos… que tiene todo eso en común, que sea también presente en nuestros momentos tristes? – me miró sonriente, como diciendo por dentro… ya lo sabes verdad?
- Ya lo veo. La profundidad.
- Si! –dijo carcajeándose.
- El azul, es un recordatorio visual de que las cosas tienen muchas más dimensiones, complejidades y profundidad de cualquier cosa que veamos. El azul es un brindis cromático a la densidad de las cosas.
- Salud!
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