Fin

Me siento tan idiota acabando de terminar de hablar con vos! Hacía tanto tiempo que ni hablábamos, que aunque me duele mucho, no me sorprende del todo que duraras tiempo para saber quien era… Evidentemente no pensaste en mi, ni la milésima parte de lo que yo lo hice para con vos…

Comencé con la excusa tonta, para romper el hielo y tener algo liviano que decir antes de hablar… pero no me rindió nada lo que dije…“Y la otra –te dije-, es que yo quería pedirte perdón por lo de la última vez que nos vimos… yo reconozco que por puros y por buenos que sean mis sentimientos para con vos, creo que no considere completamente todas las cosas que recién viviste, como tenés mucho que atender en tu casa, mucho que cicatrizar, y en ese contexto es totalmente comprensible que lo que menos penses sea en la posibilidad de formar una familia, aunque no fue eso lo que te propuse, yo solo queria salir con vos para conocerte mas, pero digamos que de alguna forma eso te lo resembló.” … te dije que sentí que de alguna forma fue una agresión decirte todo lo que te dije en una época en la que tus duelos son tan presentes, y que fue muy egocéntrico de mi parte haber expuesto lo que sentía sin tomar en cuenta cómo podía afectarte… me contestaste con una sonrisa, me dijiste, “tranquilo amigo!”, y me aclaraste que me hiciera cargo como que nada había pasado…

Me siento un idiota… un imbécil que ha permitido que siga vivo un amor que no tiene que seguir, y ni siquiera tengo la capacidad de decir que a partir de ahora todo esto cerró… me esta doliendo… me duele como si fuera la primera vez que me enfrento a un desamor… siento que alguien me escurre el corazón, y esa especie de sensación de ahogo y llanto me comienzan a confundir…

No es que me siento idiota… soy uno… mientras te escribo, una parte de mí, la más idiota, está calculando que cuando me dijiste amigo realmente tratabas de darme una especie de luz para aclarar de que realmente en el fondo tenías un interés… perdóname otra vez, algo me dificulta pensar bien…

Tuve que interrumpir este escrito por que a medio paso de asimilar el shock, me buscó un señor que buscaba consejo de mi parte… leíste bien? Que yo lo aconsejara! Tomamos jugo de naranja mientras conversábamos… no fue difícil generar la sensación ante el de que estaba siendo empático ante la crisis que está viviendo… si estaba destrozado por haber hablado con vos…

Pero tenía que atenderlo… al fin y al cabo sus problemas son tangentes… tu amor por mí no… ni siquiera el mío por vos por que aunque nunca fue falso, tampoco pudo materializarse y dejar de vivir en un verso, una canción, un texto levantado en un ordenador, y publicado en un blog que nadie lee…

Sabés que es lo que más me ha costado digerir de esto? Te vas a reír… esto es ridículo: siento que nunca he visto ni voy a ver una persona como vos… nadie que esté tan dispuesto a entregarse por lo que yo me entrego también… nadie con un temple como el nuestro, que sea quien lleve la batuta del espíritu en el -por muchos declarado náufrago-barco de la fe de nuestras. No veo otra como vos… yo se que de alguna forma es mucho drama, y que tampoco sos tan extinta, que posibilidades hay de encontrar otra persona que yo pueda hacer felíz y que me brinde un sentimiento de plenitud al mismo tiempo… pero ahora no tengo ojos para otra que no seas vos…

Mi amor (mirá si estoy mal, ya te estoy diciendo mi amor otra vez!), todo esto es una completa y fundamental niñada, una especie de oasis de espejismo que la sed me hizo ver al caminar por un vasto desierto, un holograma perfecto que me construí, quizás por que aprendí a esquivar las trampas de mujeres que me usaron, y ahora mi subconsciente me juega la terrible mala broma de montarme sus propias maquinaciones el mismo, y no me puedo escapar de ello…

Será que mi suerte en esto de alguna forma no ha aprendido a cambiar? Que todas mis disfuncionalidades han llegado a un grado tal que ahora soy yo el que me autoagredo? Que he pasado tantos años tratando de escapar del pesimismo en las relaciones sentimentales que ahora entonces me genero relaciones enfermizas bajo el pretexto de que todo se ve optimista? Que ya no me lamento como un misógino por que alguien fue mala conmigo, sino que me jacto de sufrir por que encontré una mujer tan diáfana como vos que entonces no soy digno de tu amor?

Tengo que cerrar esto… por el bien mío, y como dice la canción “es hora de volver a mí a buscar / las cosas que me hacían bien de verdad / yo necesito ver el sol”… y aunque siento que te lo debo, probablemente busque tratando de matar este lunático hábito romántico, dejar de escribir sobre vos, aunque mejor no me prometo nada…

Pero quiero que sepás, aunque no te importe, sin buscar victimizarme sino expresarme y liberar un sentimiento, sin pretender agredir sino como quien suelta un grito en un lugar alto de la montaña, que te amo… que me siento capáz de hacerte felíz… que siento que pude haber seguido intentando y haber logrado convencerte de que mi amor es real, y que te puede ayudar de alguna forma, y que mucho tiempo atrás ya no sentía algo tan intenso…

En este cuento, o quizás esta novela, se que el final será felíz para ambos… ambos seremos felices… aunque probablemente cada quien separado del otro… al fin y al cabo, aunque no lo estoy sintiendo así, ya aprendí que lo que siento no es necesariamente lo real, y que de tenerte no depende mi felicidad…

Te amé, y te amo, y probablemente te siga amando con intensidad dañina y omnipresente hasta que mi dignidad logre recobrar el trono… ojalá algún día te haga felíz el hecho de saberte amada a este nivel.