La M...

La pareja de predicadores voluntarios caminaba con algo de temor, pero entendía que una misión es una misión y debe ser cumplida, y el asunto se trataba de anteponer su obediencia y relación con Dios ante sus preferencias… Volvieron a ver para atrás, y vieron a los muchachos sentados en la esquina con sus tubitos metálicos para drogarse, que no eran sino pedazos de paraguas despedazados.

– Quítate los aretes y el reloj y guárdalos, mi amor… no hay que poner a Dios a prueba –dijo el. Ella obedeció y guardó lo más disimulado que pudo las cosas…

Ella estaba asustada de ir a predicar el evangelio en ese lugar… si bien amaba al prójimo no sabia que existían prójimos así por lo menos no los conocía tan de cerca… y en cuanto a el, el venía de esos barrios y de alguna forma podía entender ese aroma a dolor que perneaba ese lugar que no pasaba de verse gris, por más sol que hiciera aquella mañana… Ella asustada… el como afectado por todas las cosas que le revolcaba internamente dicha atmósfera…

Llegaron al primer ranchito del precario, y las cosas se pintaban tétricas… la casa quedaba en un bajo, había que bajar con cuidado por que por la lluvia los hongos verduzcos y resbaladizos que se habían hecho hacían difícil llegar con estabilidad… antes de llegar al corredor que era de cemento chorreado con ocre, que por cierto estaba picado como por cincel y tenía huecos que lo hacían ver como escarapelado, había un caño que se había hecho por las mismas lluvias con un agua verdosa, y el agua se movía por todos los bichillos que pululaban en el agua… ambos pensaron en la plaga del dengue cuando lo vieron… pero recordaron de nuevo sus prioridades… Tocaron la puerta.

Una vez, dos veces, mientras llegaba ese olor que era entre mohoso y frío, como el olor de un ataúd combinado con el de una cloaca… Antes de irse, dando la casa por no atendida por sus dueños, se escucha que ladra un perro adentro y se tira en la puerta y comienza a rascarla defensivamente desde adentro. La pareja se asustó cuando al pandearse la puerta, se dieron cuenta de que era un perro grande…

Se escuchó adentro una vos femenina (aunque muy ronca), de una mujer que no se escuchaba en todos sus cabales, y estaba emocionalmente muy afectada y callaba al can:

- Cállese Abel! Cállese! Jueputa perro debiera llamarse Caín más bien…

Abre la puerta con alguna dificultad, y emerge la cara de una extraña amalgama entre niña sin inocencia y amigable mujer infeliz, de facciones filosas que confirmaron sus adicciones, y cara como mantecosa que olía como a cobija vieja sin lavar… Abajo el feroz perro, grande pero zahuate, y la mujer haciendo fuerzas para llevarse a “Abel” hacia adentro… Se podía ver una casa para el perro hecha con bloques de cemento, piedras y una lata herrumbrada en el fondo…

Pero todo eso fue notado hasta después de que saltó a notarse el terrible hedor a m... de perro que había en la sala… En el puro centro, como si fuera un sol alrededor del cual giraban los otros planetas, a saber, aquellos tres muebles de vinilo rotos, con la esponja salida, y con unas sábanas manchadas y amarillentas encima como para disimular que los cubrían…

La mujer sonreía, y sus dientes tenían una masa amarillenta y se silueteaban algunas manchas más café en su percudida risa… Luego de amarrar el perro les dijo:

- Disculpen a este perro… Le puse Abel por que igual que’l presidente no sirve pa una (y como buscando recato y arrepentimiento se reincorpora y dice), no sirve pa’naa… disculpen la malacrianza, es que yo soy muy vulgar… estoy muy perdida en las cosas del mundo. Pasen porfa! Pasen!

La pareja se volvió a ver un poco incómoda, pero el replicó con algo de nerviosismo y movido por compromiso…

- Está bien, pero nuestra visita es muy breve.
- No importa señor, de veras pasen, aquí humildemente, yo necesito escucharles y que me hablen de Tatica Dios.

Ambos entraron, aunque un poco asustados pensando de que podía ser un asalto… Ella estaba indignada por el objeto protagónico de la sala, y aguantando su respiración, por que se quería vomitar del olor de aquella m...… Comenzó el:

- Nuestro propósito es compartir un mensaje de esperanza basado en la Biblia… Y por cierto, antes de compartirlo, si se puede preguntar… cual es su nombre?

- Rita
- Doña Rita! Mucho gusto, mi nombre es Josué, y mi compañera y esposa es…
- Helen, mucho gusto! (sonrió con dificultad por estar conteniendo la respiración, pero disimuló bien).
- Doña Rita, le preguntaba… qué cree usted que nos espera en el futuro?

Ella se llevó su mano a la barbilla, mayormente cubierta por el sweater sucio que llevaba, y pensaba… vio para abajo (hacia la m...), vio para el techo, y dejo ver todas las venitas rojas de sus ojos que faltaban de ver, y dijo:

- Vea doncito: sinceramente, así al chile, a lo legal: qué futuro va a creer que tengo yo, así como’stoy? Cómo cree ud que voy a poder decile a alguien que la cosa esta bonita cuando yo estoy hecha esta desgracia? Yo me crié a la patada… a mi mamá y a mis hemanos nos pegaron, el desgraciao ese hasta abusó de nosotros… Yo soy adicta, pero sabe que señor? yo no consumo piedra por vicio solamente: la piedra quita el hambre y yo no tengo que comer… yo he sido abusa’a (y ponía su voz más ronca para énfasis y lo veía con sus ojos apagados). El otro día llegó un Pastor ahí a hablarme y me quizo sacar un demonio y hasta me sacó un texto de la Biblia que dice que hay una profecía respecto a las drogas que se está cumpliendo en mí… así que supongo que esto es en parte que Dios lo quiere…
- Cómo? Una profecía sobre las drogas (dijo el extrañado)?
- Sí, yo lo ví, dice algo así como que el corazón se hace un vegetal, y uno se olvida de comer, y los huesos se pegan a la carne, y se demacra todo, y la gente se burla de uno, por que sus siervos se han complicado en sus piedras*

La mujer tomó la palabra y abriendo su Biblia, mientras buscaba un versículo, le interpeló:

- Realmente sentimos mucho todas las cosas por las que usted ha pasado… tengo muchas amigas que han pasado por experiencias de abuso sexual en su infancia, y también varios d e mis amigos han estado en problemas de adicción a drogas… Pero quería mostrarle con la Biblia si el caso es que Dios envía eso para nosotros… Vea lo que dice Santiago 1:13: “Al estar bajo prueba, que nadie diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie.”
- Osea usté me está diciendo que esta vara no me la mandó Dios?
- Eso no es lo que enseña la Biblia…. Dijo ella.
- Una pregunta Rita: si usted pudiera hacer algo por la gente que sufre… lo haría?
- Claro!
- Bueno, la Biblia dice que nosotros estamos hechos a imagen y semejanza de el… Lo que quiere decir que nuestros sentimientos son muy parecidos a los de el… El definitivamente puede hacer algo, y lo que es más, lo va a hacer… Vea esta expresión: “Y el limpiará la lágrima de los ojos de ellos […] ni existirá ya más clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”#. Cómo se siente usted cuando está llorando y alguien viene y le limpia las lágrimas?
- Diay si pasara, yo sentiría que le importo a esa persona, que me quiere…
- Aquí dice que Dios mismo lo hace… Dios la quiere a usted.
- Pero por qué estamos así? Por que nos matamos? Por qué sufrimos? De veras no quiero ofender… pero dónde está Dios en todo este enreo? (se limpiaba los mocos y las lágrimas mientras hablaba).
El retomó la palabra:
- Doña Rita, si usted nos permite… tenemos mucho interés en compartirle cómo nuestro aprendizaje bíblico nos deja saber que hay respuesta para todas y cada una de sus preguntas, pero como le comentamos anteriormente estamos haciendo visitas breves y no queremos perder el grupo, por que usted sabe que puede ser arriesgado. Qué le parece si…

El comenzó a mostrarle un libro para que se quedara leyendo, le explicó que podían hablar de eso en una segunda visita, y coordinó, tomando sus datos para poder volver luego… Ella fue muy consoladora en su mensaje de despedida y le hizo énfasis en lo valioso de luchar por tener una esperanza como factor determinante en la lucha por vivir… Le leyó su texto favorito: Salmo 94:17-19. Le sonrió, esta vez ya sin tanto esfuerzo… Salieron y de camino el iba muy callado y pensativo…

- Qué amable la muchacha a pesar de tener tanto problema verdad?
- Si…
- Debe ser muy duro ese tipo de vida que se lleva ahí… qué difícil ha de ser sobrevivir en circunstancias tan violentas y llenas de miseria… a veces me pregunto… no será que de alguna forma ellos no se esfuerzan mucho por salir de esa vida?
- La mayoría no lo hacen, mi amor…
- Pero… tanta ayuda, tanto programa de rehabilitación, tanto recurso legal… será que no se dan cuenta de que se puede salir adelante?
- Ellos conocen el programa, pero no creen que puedan vivir mejor o que sean dignos de vivir más felices, y con frecuencia solo pensar en el cambio les asusta… son círculos viciosos… muy complicados, muy densos… es difícil ser realmente justo analizando el asunto… es algo que he aprendido bien… hay que hacer lo posible por ayudar, pero es muy difícil discernir correctamente lo bueno y lo malo, lo falto de voluntad o lo malintencionado…
- Qué crees vos que es lo que hace que alguien llegue a semejantes grados de inconsciencia o que le haga sentir que no merece más?
- La costumbre…
- Cómo se puede uno acostumbrar a algo malo?
- Es más sencillo de lo que piensas… y te lo puedo probar, por que te acaba de suceder…
- No me digas eso… vos y yo somos felices!…
- No me refiero a eso…
- Entonces?
- Yo te conozco bien y se que al principio de nuestra conversación con ella estabas incómoda por lo que había en la sala… pero al final no… por qué?
- Bueno por que la conversación me distrajo, y al final se me olvidó que estaba ahí…
- Exacto… llega un momento en que incluso el dolor pasa a ser rutina, y comienzas a acostumbrarse a su hediondez, y se te puede olvidar fácilmente que es un olor que uno debiera evitar… Cómo crees que se siente alguien como ella, que no ha tenido otra historia que sufrimiento, pensar que existe algo siquiera menos hediondo?
- Lamento decir que te entiendo…
- Yo también lamento entender eso… Por eso sigo en esto.
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* Es una referencia al Salmo 102: una canción que hace alusión a los problemas de la vejez de los siervos fieles de Dios… algunos círculos han afirmado que es una referencia a la drogadicción en nuestros días, pero una concienzuda lectura y comparación hace ver que si bien las drogas son condenadas en la Biblia, en este caso, no se trata de ellas.
# Apocalipsis 21:4