18.4.05

Golgotha

“Si un hombre muere, ¿volverá a vivir?”
Job 14:14


Un pariente mío murió este fin de semana. Aunque le tenía estima, he de confesar que no era exáctamente una persona allegada. El dolor que pasé, obedecía más a saber que había sufrido mucho en su agonía, que prácticamente lo tenían destazado por varios días, y que evidentemente esto generó mucha angustia a su familia, y a el mismo... Entre ellos, habían familiares inmediatos como mi abuela y mi papa. Así que su muerte supuso un golpe fuerte, pero fue de una forma indirecta.

Siempre me causa mucha confusión todo esto... Si bien me gusta el aroma de las flores, el aroma de un arreglo fúnebre me resulta repulsivo. Tengo que vivir luchando con los que en busca de consuelo me toman del brazo y me dicen que vaya a ver que lindo quedó. No me gusta ver muertos. Y personalmente siento cierto morbo y una extraña forma de masoquismo todos los rituales que suelen aplicarse ante una tragedia como estos.

No quiero criticar, de veras que no, cada quien es libre de hacer lo que quiere... Pero de por sí una muerte es terrible, es desgarradora. Es que cada ser humano y sus cercanos experimenten lo real y miserable de lo futil de nuestras vidas a morir. Y de alguna forma tratamos de hacer que esa miserabilidad esté disfrazada con flores, ropas finas, cajas caras, y demás artificios... Es realmente necesario pasar por eso?

Aliviará a elaborar el duelo que la gente pida que no lloren? O que beatifiquen a la persona fallecida a un punto que se exageren las cosas como si fuera el Cantar del Mio Cid? Mi abuela decía que no tenía que llorar por que había abierto sus brazos y entregado su hijo al Señor, y se descompuso... tratando de ver a qué se debía, tuvo que estallar en llanto y deshaogarse... Por supuesto que es dañino y doloroso escuchar una madre con el corazón despedazado llorar la muerte de su hijo. Pero no lo evitemos, duele!

Odio las evasiones al problema. Odio los que por el contrario penetran más de lo concedido a una herida y se valen de emblemas y símbolos para subrayar el ya doloroso capítulo, con mariachis, música, canciones en las que se afirma con una sonrisa y como con alegría que todo esta bien, cuando nadie se lo esta creyendo.

Mi primo se juró a sí mismo y a su papá que no lloraría en su entierro, por que iba a ser fuerte... En el entierro, que es el momento más doloroso, y cuando se ve el féretro descendiendo en la tumba, no se permitió expresarse, por disfrazar un sentimiento... Digo... hay necesidad? Es que uno no tiene que llorar para ser fuerte? Es que es inhumano desvanecerse? Realmente se hace uno más fuerte cuando reprime esas cosas? O por el otro lado, es necesario tanto ritual para enterrar una persona pasando por absurdos que nadie se cree?

La gente se enreda tratando de consolarse... en el mismo funeral, frente al féretro, un Pastor decía que el muerto estaba ya en el cielo, pero luego dijo recitando esa costumbre de polvo al polvo, que le entregaban a ese hermano hasta el momento en que fuera resucitado... Hmm... no es que el alma es inmortal? Para qué lo van a resucitar? No es que yo no sepa la respuesta al asunto, pero quiero destacar cómo se confunde la gente, y me pregunto cuán efectivo es el consuelo con semejantes fallas lógicas...

Por supuesto, todo este conflicto es por que digan lo que digan, los seres humanos no fuimos hechos para morir... Dios nunca tuvo como intención permitir que muriéramos como parte de su plan. Recuerdo que se les advirtió a nuestros primeros padres no desobedecer, o "Positivamente morirían"... es decir, la muerte era un castigo, no un ciclo predispuesto. Y si alguien se fija bien, todas las religiones, creen en general, de una forma u otra, que es imposible que un ser humano muera cuando muere... es decir, o te vas a un infierno, o a un cielo, o un purgatorio, o reencarnás, o a un nirvana, o a un limbo... pero no te quedás ahí...

Todo lo antes dicho, en pleno conflicto con los principios bíblicos de que: “Porque los vivos están conscientes de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no están conscientes de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5.) O bien dice: “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos”. (Salmo 146:3, 4.). Dirán que tenemos un alma inmortal, pero eso no es lo que dice la biblia... Dice que somos un alma, y que además muere (Génesis 2:7; Jeremías 2:34; Proverbios 2:10, Ezequiel 18:4.). La biblia también nos expone muy claro lo relacionado con la esperanza de la resurrección en donde existe la posibilidad de volver a vivir, por cierto aquí en la tierra para siempre (Sal 37:29).

Qué difícil es poder brindar consuelo efectivo a las personas cuando todo el proceso tan triste se embarra de máscaras, que tapan o exageran el dolor, y no permiten que sea factible dar un consuelo más efectivo. Y nuevamente recalco, qué doloroso resulta reconocer que como dijo Salomón, aunque no nos guste, nuestra muerte es igual que la muerte de un animal en el sentido de que terminamos en lo mismo...

Me recordó una poesía de la que entiendo no hay autor reconocido, aunque se que luego un autor la adaptó como canción pero tampoco pertenecía a el, que se llamaba "La gran miseria humana", que decía entre otras cosas:

"Vanidad de vanidades / solamente son tus galas, / Oh, mariposa sin alas, / llorad a tus liviandades / Las éticas realidades, / realidades que te circundan, / con profundo marasmo, / donde infecundo es el amor, / aquí es donde terminan / las vanidades del mundo / Aquí en este Camposanto / se terminan los amores, / el poderío y el encanto, / las alegrías y los dolores, / secan los ojos el llanto, / y el mundo vivo suspira. [...] Llorar en estos desiertos, / es una cosa muy vaga, / porque el llanto nada paga, / ni resucita a los muertos / Que de paños recubiertos, / está la loza fría, / aquí en un tétrico día, / cae el que peca y el que no peca"

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